Arizona Tribune - Tuvalu siempre será un Estado, incluso bajo el agua, dice primer ministro

Tuvalu siempre será un Estado, incluso bajo el agua, dice primer ministro
Tuvalu siempre será un Estado, incluso bajo el agua, dice primer ministro / Foto: Gregor Fischer - AFP/Archivos

Tuvalu siempre será un Estado, incluso bajo el agua, dice primer ministro

Tuvalu podría ser una de las primeras naciones en hundirse bajo el mar como resultado del cambio climático, pero eso no significa que su condición de Estado esté en discusión, dijo el jueves el primer ministro de este pequeño archipiélago.

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Kausea Natano, primer ministro de Tuvalu, dijo al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha habido conversaciones "innecesarias" en círculos académicos y diplomáticos sobre la definición de un país, a la luz del derecho internacional.

"Nuestra soberanía no es negociable", dijo Natano a la AFP, y añadió que su país trabajaría con la comunidad internacional para "poner fin a estas distracciones".

La población de Tuvalu, de 11.000 personas, está repartida en nueve islas que se elevan a menos de cinco metros sobre el nivel del mar, lo que subraya los extraordinarios desafíos que enfrenta por el aumento del nivel de las aguas.

Dos de los atolones, representados en su bandera de 11 estrellas, ya desaparecieron, e incluso las zonas más altas podrían volverse inhabitables para 2100 como resultado de la contaminación salina de su tierra y sus fuentes de agua.

La Convención de Montevideo sobre los Derechos y Deberes de los Estados, de 1933, contempla que un Estado consiste de un territorio definido, una población permanente, un gobierno y la capacidad de interactuar con otros estados.

Si el territorio es consumido, o nadie puede vivir en lo que queda de este, entonces al menos uno de los criterios ya no se cumple.

Pero si bien la masa terrestre de Tuvalu es de solo 26 km cuadrados -el tamaño de unas siete veces el Central Park de Nueva York- su territorio marítimo cubre una vasta extensión de 800.000 km cuadrados.

La convención no precisa si el territorio es seco o bajo el agua, y no hay precedente para revocar el estatus de un estado miembro de la ONU, dejando el asunto difuso.

- Recuperación de tierra y metaverso -

Tuvalu no da por sentado un futuro submarino, y -además de suplicarle al mundo que deje su adicción a los combustibles fósiles- ha empezado a trabajar en el Proyecto de Adaptación Costero que busca arrancar unos 3.8 km de tierra al océano y elevar el nivel de la tierra en los puntos más vulnerables.

El proyecto ha sido financiado con 36 millones de dólares de ayuda internacional canalizados a través del Green Climate Fund, y 2,9 millones del propio gobierno de Tuvalu.

La situación es grave, afirma Natano. Cerca del 40% de la capital Funafuti ya queda sumergida durante las periódicas y fuertes mareas que arrasan con cultivos desde la raíz, incluyendo los de antiguos alimentos básicos de la isla, el taro y la mandioca.

Aunque se alegra de que la primera fase del proyecto esté por concluir, Natano aseguró que su alcance es muy pequeño para ayudar a toda su población.

"Necesitamos más, y más rápida acción de quien esté en condiciones de apoyarnos, urgentemente", dijo.

Para esto, el país ha estado en la vanguardia de los grandes llamados a la acción, desde un impuesto global a los combustibles fósiles hasta la activación de un fondo de "daños y perjuicios", jerga climática internacional para referirse a las compensaciones climáticas que los países contaminantes y ricos deben a las naciones más afectadas.

Este fondo se acordó en principio, durante las últimas grandes negociaciones sobre el clima en Egipto, pero -como tantas otras promesas del mundo rico- aún no se ha cumplido.

"Es cuestión de vida o muerte, es sobre desaparecer de la faz de la Tierra", dijo Natano al urgir a esos países a mantener su promesa.

En caso de que ocurra lo peor, Tuvalu ha estado moviendo su herencia cultural a la esfera digital, en lo que algunos han llamado un modelo de cómo podrían funcionar los "Estados-Nación 2.0".

Pero lo que le ocurra a Tuvalu solo es una muestra de lo que pueden experimentar ciudades de todo el mundo amenazadas por la subida del nivel del mar, desde Miami hasta Manila, dijo Natano.

"Más y más ciudadanos del planeta tendrán que trasladarse", indicó. "Úsennos como modelo para salvar el mundo".

P.Hernandez--AT