Arizona Tribune - Brasil cree que el petróleo será tan "repudiado" como el cigarrillo

Brasil cree que el petróleo será tan "repudiado" como el cigarrillo
Brasil cree que el petróleo será tan "repudiado" como el cigarrillo / Foto: Mark Felix - AFP

Brasil cree que el petróleo será tan "repudiado" como el cigarrillo

Los combustibles fósiles serán tan "repudiados" como el cigarrillo, afirmó el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, quien aboga por una descarbonización global más rápida pero equitativa para los países en desarrollo.

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"La transición hacia energías limpias se va a dar, incluso hasta por una cuestión cultural. Las nuevas generaciones van a comenzar a repudiar las energías fósiles como repudiaron en los últimos 20 años, cuando hubo un cambio cultural fuerte, a la industria del cigarrillo", dijo Silveira en una entrevista con la AFP el miércoles en Houston, Estados Unidos.

"Las petroleras tienen que reconocer eso incluso por su propia sustentabilidad en el mediano plazo", agregó el ministro, quien participa en el foro global de Energía CeraWeek en esta ciudad.

Silveira tomó el ejemplo del tabaco al recordar que hubo una "conciencia política" del mal que hace el cigarrillo a la salud pública, lo que acarrea costos a los países. "Le va a pasar lo mismo al petróleo", insistió.

Sin embargo, el proceso marcha lento y los países industrializados deben ayudar a crear una "gobernanza global que genere un diálogo más justo entre los países en desarrollo y los desarrollados" en esta materia.

"Si no, vamos a llegar al 2030 con tantos compromisos incumplidos por los países ricos (..) que la discusión va a ser la postergación de los acuerdos (climáticos) de París, que no queremos porque nosotros sí hacemos la tarea", agregó Silveira.

Según el acuerdo de la cumbre climática COP28, se deben reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero un 43% hasta 2030 en relación con 2019.

- Liderazgo ambiental vs producción de petróleo -

Brasil, que se sumó en enero a la alianza OPEP+, que nuclea a las naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y una decena de aliados, espera convencer a los socios de que usen los recursos del petróleo para financiar la descarbonización.

Gobernado nuevamente por Luiz Inácio Lula da Silva desde 2023, Brasil, el país con mayor territorio amazónico, busca colocarse entre los líderes del debate global sobre cambio climático, y será el anfitrión este año de la reunión del G20 y el próximo de la cumbre del clima COP30.

Con 1,4 millones de barriles de crudo exportados por día, el país se coloca entre los principales productores de petróleo del mundo. Pero, asegura Silveira, el 88% de su matriz energética es "limpia y renovable" y tiene una "pluralidad" de fuentes de energía reflejada en su industria de etanol y la generación eólica y solar.

Silveira no ve contradicción en que Brasil produzca más petróleo y su intento de liderar el debate sobre el clima.

"Los combustibles fósiles son, en nuestro caso, una fuente de financiamiento para educación y salud, y una fuente de financiamiento muy importante para la transición energética", señaló.

"Es la demanda mundial y una pésima señal de los importadores. Estamos en 2024 y aún no hay un compromiso fuerte de los países ricos (...) lo que señala que la transición energética va más lenta de lo que debería. Si la demanda es mayor, la explotación es aún atractiva", resumió.

Para Silveira, la guerra entre Rusia y Ucrania, que disminuyó la oferta de combustibles, "señaló para la Unión Europea la necesidad de asegurar su abastecimiento".

"Los países van a buscar esa seguridad. Espero que sea algo racional, con políticas públicas globales convergentes con la limpieza de la matriz energética", dijo.

Si eso se respeta, habrá celeridad en la transición, consideró. Si no, el debate será estéril y "se centrará solo en exigirnos, especialmente a través de barreras arancelarias a los países en desarrollo".

-Niega presión a Petrobras-

Silveira negó que el gobierno de Lula presione a Petrobras, la petrolera estatal de capital abierto controlada por el Estado brasileño, para evitar el pago de dividendos extraordinarios, una decisión que hizo caer las acciones de la compañía hace pocos días.

Con esos dineros se creó un fondo de reserva que "no debería haber generado ningún ruido", explicó.

"Ese fondo solo puede ser utilizado para pagar dividendos, cuando los consejeros entiendan que es el momento adecuado. (...) Pueden, deben y van a decidir [pagar]. No es necesario que sea este año, pero puede ser", aclaró.

R.Lee--AT